
Muchos de los judíos eran aún reacios a admitir los
hechos, y no creían que se había
hecho un milagro. Por ello, llamaron
a los padres de aquel hombre para
ver qué iban a decir.
¿Quién lo sabría mejor que los padres si les había nacido
un hijo sin vista? Indisputablemente, su testimonio sería irrebatible. De
manera que los fariseos les preguntaron
si aquel era su hijo, y también cómo
había recibido la vista, ¿Cómo es que
ahora puede ver?
Como ya lo dije, antes de volver a la carga con el hombre
los fariseos se van ahora hacia los padres del hombre ciego, ya que a este no
le creían. Pero los judíos no creían que
el hombre hubiera sido ciego y que ahora viera, y hasta llamaron a sus padres,
y les preguntaron: —¿Es éste su hijo, el
que dicen ustedes que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver? Como si
dijesen: “Esto es imposible; es mejor que se retracten” Quienes no pueden
soportar el resplandor de la verdad, hace todo lo posible por eclipsarla e
impedir que se manifieste. Nótese la duda que interpone al dirigirse a los
padres del hombre ciego: —¿Es éste su
hijo, el que dicen ustedes que nació ciego? Como negando implícitamente que
el hombre hubiese nacido ciego, aunque su padre lo aseguraran.
Señor, crea en nosotros
hambre y sed por la Palabra que vivifica».
«¡Sea Dios exaltado!»
PARA RUMIAR:
El hombre sabio y la
mujer entendida saben que el Señor no puede ser contenido ni explicado por los
más sofisticados procesos de razonamiento disponibles al ser humano. Christopher
Shaw.
Dios te siga bendiciendo.
Pastor Mario Arcila
Castaño. M. A. C.